Hola a todos, ¡y bienvenidos al año 2025! Quiero disculparme por el tiempo que he estado ausente, pero no podía dejar pasar la oportunidad de comunicarles parte de lo que Dios ha estado hablando a mi vida para este nuevo año. Un año que, sin lugar a dudas, ha comenzado bastante fuerte, y que traerá grandes cambios a nivel mundial.
A manera de un breve testimonio, quiero que sepan que el Señor ha sido extremadamente fiel conmigo, y no dejó caer a tierra ninguna de sus palabras para el pasado 2024. De hecho, he estado trabajando en nuevos proyectos personales y, sobre todo, he visto cómo cientos y cientos de hispanohablantes de todo el mundo llegaban a nuestro blog cada mes, absolutamente todos de forma gratuita y orgánica. Para la gloria de Dios, quiero anunciarles que, muy a pesar de mi prolongada inactividad, el sitio web de Letra y Espíritu recibió 10,890 visitas totales en el 2024, alcanzando la asombrosa cantidad de 8,404 visitantes únicos. Si bien el sitio quedó temporalmente desconectado durante unos días en diciembre, no podría sentirme más satisfecha con este resultado. Por otra parte, el 2024 fue para mí un año de oraciones contestadas y cambios positivos en el área laboral y familiar, previendo que algo mucho mayor ha de manifestarse pronto, porque el 2025 no es simplemente un año más; es un año muy especial.

Y bien, amados, cuéntenme de qué manera Dios fue bueno con ustedes en el 2024, y cómo han comenzado el año. Yo tengo la costumbre de siempre buscar al Señor con respecto a los años nuevos; no que sea profeta, pero no puedo ni quiero negar lo que el Espíritu Santo sigue haciendo en mi vida y en la vida de cientos de miles de personas a través del mundo. ¡Él sigue hablando! Por ejemplo, el año pasado el Señor me habló de comienzos y de agua. En la naturaleza, en la cultura judeocristiana y en la Biblia, el agua simboliza nuevos comienzos y se relaciona con el proceso de gestación de la vida misma. Es cierto que el agua también puede representar juicios divinos; sin embargo, estos juicios simplemente conducen a nuevos comienzos.
No me había dado cuenta de esto hasta hace unos pocos días, pero el agua definitivamente dejó una huella importante en el 2024. De hecho, el 2024 se destacó por la gravedad y frecuencia con que se sucedieron desastres naturales relacionados con el agua en todo el mundo, incluyendo inundaciones, sequías y ciclones. Es cierto que todos los años tenemos de esos, pero el año pasado fue, por mucho, el peor de todos en ese sentido.
Seguramente recordarás las terribles imágenes de inundaciones en Valencia, España; los feroces huracanes Helene y Milton que golpearon a Florida, y casi al mismo tiempo; o los inusuales reportes de lluvias torrenciales e inundaciones en los Emiratos Árabes, un territorio desértico. En realidad, estos son sólo unos pocos ejemplos de la larga lista de al menos 70 países que fueron afectados por el tema del agua en el 2024. Le pedí a Chat GPT que me preparara un reporte comparando el 2024 con los últimos 50 años en materia de desastres naturales relacionados con el agua, y esto fue lo que respondió: En el 2024, el mundo superó los $ 550,000 millones en pérdidas económicas relacionadas con el agua; más del doble del promedio anual en la última década ($ 200,000 millones), una cantidad 7.5 veces mayor que el promedio anual durante los últimos 50 años ($ 73,000 millones). En resumen, en 2024, el mundo se mantuvo literalmente lleno de agua.
Le comento esto porque Dios sigue hablando. El Espíritu de Dios sigue comunicando, y sólo es cuestión de alinearnos con Él, conectarnos a Su frecuencia, para poder percibir Su mensaje. Así que, Dios está hablando sobre el 2025, y usted probablemente tendrá algo que decir al respecto. en cuanto a mi percepción de los últimos acontecimientos, creo que es evidente que hemos cruzado a la otra orilla: una era diferente; y la verdad, estoy agradecida.
El pasado 20 de enero, o quizá un poco antes, se ha concretado un cambio enorme en la esfera espiritual, el equivalente de un megaterremoto en el aire. Entiendo que algunos principados de maldad en los aires, aquellos que han llevado un rol fundamental en los últimos años, promoviendo peligrosas agendas a nivel mundial y amenazando con el fin de la civilización humana, han perdido su legalidad. Eso significa que hoy tenemos un gobierno en los EU que, lejos de ser perfecto, ha dicho: ¡Basta con esto! ¡No lo aceptaremos! ¡No lo financiaremos más! Y no es posible exagerar la importancia de esta postura. Recuerde que el hombre tiene la autoridad delegada de Dios sobre este planeta; cuando el hombre pacta con poderes de las tinieblas, estos adquieren mayor influencia; pero ¿qué sucederá cuando el hombre, específicamente la gente que está en posiciones de autoridad, decide romper con estos pactos de oscuridad? ¡Entonces, habrá un cambio de poder! ¡Principados caen!
Ahora bien, la primera señal de este cambio es que estamos experimentando guerra espiritual, o guerra en el aire. El conflicto que hay en el aire, se refleja en el mundo físico como interferencia. No soy científica, ni estoy reclamando un título en aeronáutica, pero al comienzo de este año hemos visto un aumento sin precedente de sucesos extraños en el aire, desde drones y objetos no identificados por el hombre, hasta sustancias químicas no identificadas, y un aumento sospechoso en el número de accidentes aéreos. Creo que esto es una señal de interferencia y conflicto de poder en los aires.
Sé que hay un sinnúmero de predicadores e influencers cristianos que ahora mismo están vaticinando la llegada del Anticristo y la Marca de la Bestia, pero le diré algo: El gobierno del Anticristo no es más que un precursor del Reino de Dios. En otras palabras, si vemos al Anticristo, significa que pronto veremos a Jesús reinando con poder desde Jerusalén. Y qué significa eso? ¡Los reinos de este mundo serán entregados al Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo!
En segundo lugar, estamos en la era del sensacionalismo evangélico en las redes sociales: gente que recibe dinero, vistas, likes y suscriptores por anunciar cosas malas y alarmar a la gente acerca del fin del mundo, todo el día, todos los días. Si usted es un visitante recurrente de este blog, sabe que esa no es mi línea de pensamiento. El mundo ha pasado por muchas etapas distintas, algunas bastante parecidas al cumplimiento de la profecía bíblica, y cada vez se ha reseteado, por decirlo de alguna forma.
En lugar de vaticinar desgracias, mantengámonos alerta, con la mira puesta en lo que está ocurriendo alrededor de Israel y el Medio Oriente. Siento que un movimiento muy importante en este sentido es el que está teniendo lugar en Siria tras la caída de Bashar Al-Assad. Y es que estamos viendo el despertar profético de uno de los actores principales de los últimos tiempos, uno que ha estado moviendo ficha calladamente por debajo de la mesa, y ese actor clave es Turquía. Fíjate cómo Turquía, el Rey del Norte, está cobrando influencia en el Medio Oriente; nota cómo está proyectando su expansión territorial a través de Al-Golani en Siria, acercándose peligrosamente a las fronteras de Israel. Observa también la amenaza nuclear de Irán. Todo se alinea con lo que ya habíamos hablado en estudios anteriores sobre un posible Anticristo islámico. Además, ¿qué ha pasado el 7 de octubre del 2023, sino un cumplimiento parcial de la profecía bíblica en Zacarías 14?
Muchas cosas han pasado en este tiempo, y otras están por suceder, pero el Señor me dijo al comienzo de este año: «La gloria postrera de esta casa será mayor que la primera (...) y en este lugar daré paz» (Hageo 2:9). Creo que este 2025 se producirán cambios importantes relacionados con la jurisdicción del Monte del Templo. Este es el lugar sagrado donde, tanto el Templo de Salomón como el Segundo Templo, fueron construídos y destruídos; el lugar donde se encuentra la Piedra Fundacional, de la que ya hemos hablado antes en este blog.

Esta explanada, ocupada en la actualidad por la Cúpula de la Roca y la mezquina de Al-Aqsa, ha permanecido bajo control musulmán la mayor parte del tiempo desde el siglo VII d.C. Eso significa que, a pesar de que Israel recuperó el control político sobre toda Jerusalén en 1967, Jordania todavía administra el Monte del Templo, y ningún judío puede siquiera orar allí.
Cualquier práctica religiosa agena el Islam está terminantemente prohibida en ese sagrado lugar que Dios escogió para poner allí Su Nombre, Sus ojos y Su corazón para siempre (1 Reyes 9:3); sin embargo, mira lo que dice Isaías que sucederá en los últimos tiempos:
Isaías 2:1-3 NVI
Palabra que Isaías, hijo de Amoz, recibió en visión acerca de Judá y Jerusalén:
En los últimos días, el monte del Templo del Señor será establecido como el más alto de los montes; se alzará por encima de las colinas y hacia él correrán todas las naciones.
Muchos pueblos vendrán y dirán: «¡Vengan, subamos al monte del Señor, al Templo del Dios de Jacob! Dios mismo nos instruirá en sus caminos y así andaremos por sus sendas».
Porque de Sión saldrá la Ley, de Jerusalén, la palabra del Señor.

La Biblia nos enseña que un cambio de jurisdicción física y espiritual tendrá lugar muy pronto en el área del Monte del Templo. Al final, Dios no permitirá que lo que comenzó bien, termine mal. Él no dejará este capítulo inconcluso en la historia de Israel y del mundo! Y sabes qué? La existencia de un Templo en Jerusalén, ciertamente tiene todo que ver con el regreso triunfante del Mesías al final de los tiempos. Observa cómo continúa el pasaje de Isaías:
v. 4
Dios mismo juzgará entre las naciones y administrará justicia a muchos pueblos. Convertirán sus espadas en arados y en hoces sus lanzas... y nunca más se adiestrarán para la guerra.
Este glorioso final, que ha sido proféticamente determinado en las Sagradas Escrituras, está a punto de manifestarse ante nuestros ojos. Entonces, se cumplirán a cabalidad las palabras de Hageo, cuando dijo:
Hageo 2:6-9 NVI
»Así dice el Señor de los Ejércitos: “Dentro de muy poco haré que se estremezcan los cielos y la tierra, el mar y la tierra firme. Haré temblar a todas las naciones y lo deseado ( o el Deseado) por todas ellas llegará aquí. Así llenaré de esplendor este Templo”, dice el Señor de los Ejércitos.
“Mía es la plata y mío es el oro”, afirma el Señor de los Ejércitos. “El esplendor de esta segunda casa será mayor que el de la primera”, dice el Señor de los Ejércitos. “Y en este lugar concederé la paz”».
Estimado lector, gracias por llegar al final de esta reflexión. Me gustaría escuchar algunos testimonios sobre lo que Dios hizo contigo en el 2024 y lo que ha puesto en tu corazón para este nuevo año. Nos hablamos pronto! Que Dios te bendiga más...
Amada Ivonne que gusto tenerte de vuelta con mensajes de cumplimiento profético. Espero que sigas subiendo todo acerca de la realidad paralela(físico-espiritual) de cara a los eventos que están a la puerta antes del retorno glorioso de nuestro Mesías Príncipe Salvador. Bendiciones