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Foto del escritorIvonne Montejo

Ofrendas Saladas

Actualizado: 23 may 2020

Ustedes son la sal de la tierra. Pero ¿para qué sirve la sal si ha perdido su sabor? ¿Pueden lograr que vuelva a ser salada? La descartarán y la pisotearán como algo que no tiene ningún valor.
Mateo 5:13

La sal es el condimento más antiguo utilizado por el hombre. Lo que hoy resulta común, en el pasado era visto como un ingrediente precioso y raro, por lo que el comercio de la sal jugó un papel importante en la historia de la guerra y las migraciones humanas. Los egipcios, por ejemplo, emplearon la sal al embalsamar a sus muertos. Es interesante notar que a los soldados romanos se les pagaba en sal en lugar de monedas, de cuya práctica se originó la palabra "salario" en Español.


Sin duda Jesús tenía en mente el valor de la sal cuando dijo que sus discípulos son la sal de la Tierra. La sal se utilizó desde tiempos remotos para purificar, sanar, preservar y sazonar los alimentos. Es muy posible que estuviera pensando en las ofrendas de Levítico 2:13:


  Y sazonarás con sal toda ofrenda que presentes, y no harás que falte jamás de tu ofrenda la sal del pacto de tu Dios; en toda ofrenda tuya ofrecerás sal.


La sal del pacto de tu Dios! Como preservante natural por excelencia, la sal se utilizaba para simbolizar la permanencia y estabilidad de un pacto entre dos partes. La sal en las ofrendas era un constante recordatorio para el pueblo de Israel a fin de que no descuidasen el pacto con su Dios. De la misma manera los cristianos pronto entrarían a una nueva relación de pacto con el Dios de Israel, pacto que se selló permanentemente con la sangre de Cristo y se confirmó eternamente con su resurrección.

Probablemente te estés preguntando si es a ti que se refirió Jesús. Quizá la mejor manera de saberlo es preguntándote si realmente estás en una relación de pacto con él. El versículo al inicio contiene una interrogante clave. Durante años me pregunté a qué se refería Jesús con que la sal puede 'desvanecerse' o perder su sabor; ciertamente me parecía una pregunta ilógica. No es el sabor salado la misma esencia de la sal? Cómo puede la sal perder su esencia?


La sal que usamos hoy ha sido procesada y refinada de modo que no puede perder su sabor, pero en el primer siglo la sal que se obtenía del Mar Muerto era en realidad una mezcla de minerales e impurezas más o menos salada. Qué sucedía cuando esta mezcla entraba en contacto con el agua una vez más (digamos que de manera accidental)? Parte de la sal en cuestión se disolvía, quedando solo las impurezas y minerales poco solubles. Este tipo de 'sal' insípida no podía usarse como condimento, solo podía echarse en los caminos a manera de pavimento. Es posible que su apariencia no cambiase demasiado, pero la esencia se había perdido.


Como pueblo de Dios debemos preservar la esencia, de lo contrario no podremos ejercer la más mínima influencia en este mundo. No basta con mantener una apariencia de piedad, es imprescindible que conservemos el 'sabor' del nuevo pacto con Dios, a través de Cristo. Una Iglesia insípida es aquella que no puede cumplir con su misión de 'sazonar' a los de afuera; es aquella que no tiene ningún impacto más allá de las cuatro paredes del edificio donde se reúne.


Hoy, asegúrate de ser la sal del pacto con tu Dios, una ofrenda salada en el altar diario.



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